El arroz al horno o «arròs passejat», es un clásico de la cocina valenciana. Un arroz de aprovechamiento, donde utilizamos sobras del puchero valenciano como los garbanzos y el caldo. Si nos ha sobrado carne también la podemos utilizar, ya que queda perfectamente integrada en la receta.
Antiguamente, este arroz se llevaba a cocer al horno del pueblo, ya que en las casas no se disponía de horno para la elaboración de este arroz. Es por este motivo que también se le llamaba «arròs passejat».
El recipiente tradicional para la elaboración del arroz al horno es una cazuela de barro. Si es la primera vez que utilizamos nuestra cazuela de barro tendremos que curarla. ¿Y qué significa esto de currar la cazuela de barro? Significa que debemos cerrar los poros de la cazuela para evitar que se agrieten al meter el recipiente al horno y calentarlo.
Para curar nuestra cazuela de barro debemos seguir 4 pasos muy sencillos:
- Dejar el recipiente a remojo con agua durante 8h.
- Pasado este tiempo, sacamos y secamos bien.
- A continuación, frotamos por dentro y por fuera con un ajo pelado. Con esto cerraremos los poros abiertos durante la hidratación.
- Llenamos la cazuela de agua, y la metemos en el horno a 180 grados. Cuando empiece a hervir el agua, apagamos.
Además de curar con estos pasos, al usar la cazuela de barro debemos tener en cuenta algunos aspectos: Nunca calentar cuando está el recipiente vacío. Calentar poco a poco, y no poner directamente a fuego fuerte.
Esperamos que estos pasos os ayuden a disfrutar de un buen arroz al horno sin ningún incidente.